Continuación de las andanzas de mi nórdica por Skyrim.
Día 46: Los dioses me quieren
La siguiente misión es encontrar los escritos de Shalidor (otra vez, no pienso aceptar más misiones de búsqueda de libros) en Martillo del Mar, otro barco naufragado. Luego, matar sigilosamente a todos en Punta del Cuchillo. Erandur se encarga casi de todo él solo. La diosa daedra te regala su cota de malla mágica, que mola porque provoca que la gente se envenene si te toca, pero que es muy incómoda de usar porque en 1º persona hay una neblina por medio bastante coñazo.
Otra misión terminada es la de reparar el Vial, recojo el polvo de mamut acercándome con una poción de invisibilidad y salgo corriendo antes de que el gigante repare en mi presencia. Quinto repara el Vial y te lo regala, pero desgraciadamente su jefe se muere. El Vial es un bote que se rellena solo de lo que quieras que le hayas dicho a Quinto (yo elegí aguante).
En Hibernalia me ataca un dragón y uno de los magos me pide que le recupere un collar que le ha quitado un compañero. Brelyna me lanza un hechizo para practicar y acabo viendo en verde, como el anuncio de Heineken. Brelyna me promete que esto se quitará en un rato.
Parece de los chinos |
No puedo hacer nada para arreglarlo, así que recupero la Estrella de Azura del Paso de Ilinalta, de la que me ha hablado Nelacar. La Estrellita es como una gema del alma eterna. La cueva está llena de esqueletos y nigromantes, y luego te da a elegir si devolverle la Estrella a Nelicar o llevarla al templo de Azura, con Aranea. Elijo a Aranea. La pirada de la montaña me dice que Azura quiere hablar en persona conmigo.
En el interior de la Estrella está atrapada el alma de Malyn Varen, el tío que la robó. Azura me teletransporta al interior (LOL), me lo cargo y Azura me regala su Estrella, que al final acabará regresando a ella desintegrándose los átomos que la componen y uniéndose con el universo, o algo así. Además, Aranea se queda conmigo como compañera. Pues vale, nena, vamos a probarte. Aranea tira unos pedazos de rayos bastante impresionantes, pero no me da conversación. Sigh.
Aranea es Pikachu reencarnado |
Mato una bruja cuervo que se ha metido dentro de una casa de Cauce Boscoso. Dejando aparte cómo leches ha llegado ahí, vuelvo a ver a Brelyna, que me convierte en vaca, caballo y perro antes de dejarme como estaba y que ambas dejemos las cosas como si nunca hubiera pasado nada. Lo que suceda en el Colegio de Magos, se queda en el Colegio de Magos.
Se conserva muy bien para tener unos 40 años |
J'zargo me regala unos pergaminos explotadores para que los pruebe con unos muertos. Qué bonito es ser conejillo de indias de los magos. Camino al Sagrario del Velo de la Nieve donde me espera Mercer Frey, me encuentro almejas en el fondo del mar. Todos los días se aprende algo nuevo. La puerta está cerrada y hace falta una llave. Lo que tienes que hacer es esperar a que Mercer te abra la puerta (se lo toma con calma). Este sitio está dificilillo, te atacan muchos señores draugr al mismo tiempo y al final te espera un sacerdote dragón, pero al menos Mercer se las apaña muy bien solito. Nada más abrir la última puerta, me desmayo. Karliah me ha envenenado. Desde mi posición en el suelo, descubro que Galo y Karliah eran amantes y Mercer es un traidor cabrón de mierda que intenta matarme. Karliah escapa pero luego me salva la vida. Como la prueba de todo está en el diario de Galo, que está cifrado, me envía a ver a Enthir.
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Día 47: El día del bug puñetero
Enthir me envía a ver a Calcelmo (viva la burocracia). Calcelmo dice que a lo mejor puede traducirlo, pero al ifnal me acabo colando en su laboratorio, que es un lío. Hay algunos guardias custodiándolo (pobres inocentes que tendrán que morir a mis manos) y una vara mágica que controla las arañas enanas. Pues vale.
Tras mucho andar y perderme, llego a mi destino, una piedra rara. Ahí lo que tienes que hacer es calcar la piedra con un trozo de carbón y papel que encuentres. Vaya, resulta que esto sirve para algo. No te preocupes si no tienes, en la habitación de al lado tienes a montones.
Vuelvo a ver a Enthir, que está en la bodega de la posada con Karliah. Resulta que Mercer Frey saqueó las arcas del gremio de ladrones (lol, qué irónico) y me habla del Sepulcro del Crepúsculo, el templo de los ruiseñores. Lo peor de todo, es que Mercer robó la llave maestra, que como comprenderás, te saca de cualquier cosa (signifique lo que signifique eso). Como agradecimiento, Enthir comprará mis trastos robados. Qué mono.
Me reúno con Karliah en la posada de el jarro ajado. Le digo que espere. No puedo interactuar con los personajes del gremio de ladrones, que esperan tras la puerta en posición de ataque e ignorar mis intentos de hablar con ellos. ¡Os pillé! XD
Mejor no me pongo en modo berserk y a ver en qué acaba esto.
Karliah entra conmigo esta vez y todo se soluciona de forma pacífica. Al ver el diario, abren la cámara del dinero y descubren que está vacía.
Hay una forma de averiguar dónde está Mercer, entrar en su casa de Riften. Hay un guardián que se llama Vald y me dejará pasar si arreglo su deuda con Maven. La deuda en cuestión consiste en que Vald perdió una pluma mágica de Maven, que tal como la explica, es un sello para emitir duplicados.
La puta pluma de las narices está en el lago de Riften. Esto tuve que verlo con los trucos, porque no había manera. Ponte en la orilla, mira a la izquierda y verás el puerto. Mira a la derecha y verás la Hacienda. La pluma está en un cofre en medio, en un barco hundido del que sólo se ve la quilla. Devuélvesela a Maven. He tenido que hacer mal la misión o algo, porque Vald no quiere escucharme y me ataca nada más verme. Que te den por culo, entro en su casa y me encuentro trampas por un tubo. No, la llave maestra no está allí.
Hasta la fecha, es mi armadura favorita |
Vuelvo al gremio y me voy con Brynjolf y Karliah al Sepulcro del Crepúsculo. Tras activar una piedra, recibo una armadura ruiseñor, al igual que mis acompañantes. Karliah me dice de hacer el juramento para ser un ruiseñor a tiempo completo. Estoy en tantas organizaciones al mismo tiempo que tengo más medallas que un dictador.
Y aquí llegamos al bug en cuestión. Después de hacer el juramento, se supone que Karliah tiene que tirar de una anilla, pero en vez de eso se va a su casa y se pierde por ahí. En vez de liarte a meter códigos con la tecla º, ponte en mitad del pasillo (obstaculiza con tu perro y tu seguidor también, por si acaso). Karliah ahora sí hará lo que tiene que hacer.
Si no te funciona estorbar, busca los códigos.
Ya de paso, Brynjolf te convierte en el jefe del gremio. Tengo más trabajos que un político. Tras hacer el juramento y que Karliah hable con la diosa Nocturnal, busca a Mercer, que está robando los Ojos de Falmer, que están en las ruinas dwemer de Irkngthand. Son unos pedruscos carísimos que están en una estatua. Recorre las ruinas (cuidado con los falmer y los ingenios mecánicos, pero no te preocupes por tus compis, dejan a los Vengadores a la altura del betún) y encontrarás a Mercer al final, sacándole los ojos a la estatua, que parece una copia barata de un Buda. Mátalo y la cueva se llenará de agua.
No me preguntéis cómo salí de aquí, no lo sé. Por un agujero de la pared, pero fue una misión jodidamente agobiante. Tus compis están sanos y salvos, no te preocupes.
Brynjolf se vuelve al gremio y Karliah te lleva al pozo de la diosa. Nocturnal está muy maciza, todo hay que decirlo. Tras unos cuervos saliendo del pozo (eso es estilo, nena), la diosa te concede uno de sus dones. Ponte encima del elegido y vete de allí. Karliah se despedirá lacrimógenamente del fantasma Galo (¡sí! ¡Eran amantes! ¡Lo sabía!) y te dejará a su aire.
Bitch, I'm fabulous |
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Día 48: Necesito una ducha
Le llevo uno de los ojos de falmer a Delwin, que me lo paga bien. El otro te lo puedes quedar.
Es el Joker |
De paso, encuentro la fuente de poder en Cuesta del Antiguo, ataque de dragón incluido.
Matando a Enolio Papio que vive un una chabola perdida, me encuentro con un dragón que acaba de nacer, llamado Viinturuth. Ni idea sobre quién lo ha convocado. Beitild está en Lucero del Alba, lo mejor es matarla a distancia con un arco para evitar llamar la atención. Narfi es el vagabundo de Paraje Ivar, no sé quién querría verlo muerto... posiblemente alguien de derechas. Informo a Nazir de mis progresos y aparece en el santuario de asesinos Cicerón, un bufón que se proclama guardián de la madre Noche (un ataúd que contiene el cadáver putrefacto de una vieja) y que está como una puta cabra. Me envían a ver a Muiri, que resulta ser la ayudante de la alquimista de Markaath.
Vendiendo cosas en la ciudad, descubro que cerca del templo hay unas Ruinas junto al camino que tienen un cofre. Dengeir el ex-jarl quiere buscar pruebas de que su sobrino es un imperial. Me pide que le robe una carta a Lod y de paso, que mate al vampiro Vighar en Trono de la Sangría. Vaya nombre, parece el de una fiesta para Erasmus. Me los cargo rápido.
El sobrino es un sibarita y quiere beber vino del caro aguamiel del Espino Negro.
Muiri de Markaath se enrolló con un chico malo llamado Alain Dufont (con ese nombre... parece el bro de una hermandad yanki), que resultó ser un bandido y un estafador. También le tiene inquina a Nilsine de Ventalia, porque fue una borde con ella porque descubrió la verdad sobre Alain. Pues te jodes, Nilsine no merece morir, encima que es la hermana de una víctima de la carnicero... El encargo de asesinato va para ambos, pero puedes perdonar a Nilsine.
Alain (que tiene un polvazo, todo hay que decirlo) está en las ruinas dwemer de Raldbthar, Cárgatelos a todos, la única diferencia con el resto de ruinas es que para activar un puente que te lleva a la salida, tienes que desatascar los engranajes que hay en la sala final.
Informo a Muiri de mis acciones y recibo la recompensa. Aparece un mensajero para que vaya a investigar la fuente de poder de Volskygge.
Qué asco, qué asco, qué ascoooooo |
Astrid me recibe preocupada: cree que Cicerón está tramando algo en contra de la hermandad. Su solución es que me esconda en el ataúd de la madre Noche y escuche su conversación. Dentro, la madre Noche me habla y me designa su Oyente. Cicerón está que da botes de contento (suele darlos porque sí, pero ignorémoslo). Siguiendo sus instrucciones, quiere que visite Volunruud y busque a un tal Amaund Motierre. Astrid se lo tiene que pensar y mientras me manda a matar a Luurbuk, el bardo orco y a Hern y su novia, vampiros del aserradero Media Luna. Qué pena, parecían simpáticos (excepto cuando Hern dice que me convierta en su merienda, claro).
En Volunruud, encuentro las notas de Heddic V. El tipo buscaba unas espadas ceremoniales. No hay nada de especial, salvo esqueletos y tesoros. En una de las salas, me espera el tal Amaund. Quiere asesinar al emperador Tito Mede II y para ello, quiere que Astrid acepte el encargo. Astrid dice que se lo piensa y mientras me manda matar a Vittoria Vici, la sobrina del emperador, en su boda. Rollo El Padrino y eso.
Uff, esto son palabras mayores, mejor que lo deje de momento.
Tenía que rescatar a Thorald del Bastión de la Guardia del Norte. Es una de mis primeras misiones, que he dejado aparcada durante demasiado tiempo. He debido hacer algo mal, porque se supone que o entro de tranquis llevando una armadura imperial o entro acompañada por el hermano de Thorald, pero los thalmor me atacan y no me dejan hacer ninguna otra acción. O sea, a matar elfos se ha dicho.
Menuda birria, señora |
Es una misión de rescate estándar, la única particularidad que tiene es que los prisioneros que hay en las celdas no salen corriendo y/o me atacan, que suele ser lo habitual. Thorald huye a la libertad y su madre me regala un hacha rancia y sin poderes, de las que puedo pillarme en cualquier herrería.
Mato un gigante y encuentro la fuente de poder de Volskygge, que como podéis suponer, es una palabra de poder en lengua dragón. En la última sala hay un sacerdote dragón y una máscara chuli.
Le llevo el vino Reserva Espino Negro al jarl Siddgeir que me da una recompensa. Como un político de verdad, vamos.
Volvamos con los asesinos.
La boda de Vittoria Vici resulta ser un fiasco, porque la mitad de los asistentes dice que se aburre o están en contra por eso de que Vittoria es una imperial y su marido un capa. Poco te importa, tú súbete a un sitio alto y practica tiro con arco con Vittoria. Lo admito, me da un poquito de penica la muchacha.
Eso sí, Astrid te recompensa con un poder que es una flipada, el poder invocar a un asesino espectral Lucien Lachance. Es un pro peleando y muy útil cuando te atacan varios a la vez. El fantasmita se queda contigo hasta que invocas otra cosa, mientras lo escucharás desvariar de fondo sobre lo divertido que es asesinar.
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Día 49: Ahora entiendo para qué sirve el calendario de Skyrim
La nueva misión de Astrid consiste en matar al hijo del comandante Maro, que va de gira por Skyrim. Al final acabo emboscándolo a lo burro en mitad de la calle tras robar su plan de viaje. Es bastante resistente para ser un PNJ. Curiosamente, su cadáver no desaparece hasta la siguiente vez que voy a Ventalia y vuelvo XD. Tiene una armadura bonita, aunque no puedo evitarme por qué el hijo de un blanco ha salido tan negro... Detalles. No olvides dejar la carta incriminatoria.
Cuando vuelvo al santuario, todo es un caos. A Cicerón se le ha ido la pinza del todo y ha atacado a Veezara, robando el ataúd de la Madre Noche y huyendo al santuario de Lucero del Alba. Me encargan matarlo y rescatar a Anbjorn. Para ello, Astrid me regala a Sombra, que sale del charco de chapapote que hay en las afueras de la Hermandad.
Encima esta SúperDesconocida es inmortal |
Una vez allí, encuentro a Arnbjorn herido en la salida. Lo mando a casita y me enfrento sola al pirado este.
Es peor que estar en la saga de Saw: el santuario está lleno de los fantasmas de los antiguos hermanos (complicadetes de matar), Cicerón ha dejado trampas por los pasillos y para colmo, escuchas los desvaríos de este cabrón en plan voz omnisciente.
Por el camino te encuentras también la armadura de bufón, que no sirve para defenderse pero sí para atacar por la espalda, robar y esas cosas. Está curiosona. Al final, encuentras a Cicerón agonizante. Puedes elegir entre matarlo (y le puedes robar su atuendo especial) y dejarlo vivir, para que posteriormente se convierta en tu acompañante. Me han hablado maravillas de este tipo, así que vive y sírveme, esclavo.
Regreso al santuario y le miento a Astrid sobre el asunto. Ésta me manda finalmente al plan de asesinato del emperador. Te da Un sabor poco común autografiado (sí, ese librito que encuentras en toooodas las casas de Skyrim y con el que te entran ganas de probar las recetas, a ver si pueden hacerse de verdad o no) y te manda de viaje. Paso uno: mata a su cocinero.
Huy, esto se pone feo. Hagamos algo pequeñito antes. El último de los libros perdidos que tengo que buscar está en Bastión del Brillo Tenue, una fortaleza llena de vampiros. En la prisión está el famoso Orthorn, que se pasa la vida siendo rehén de todo el mundo (me recuerda a Sansa Stark). La mala final es la Convocadora, pero mi nivel de persuasión es tan alto que la tipa me permite llevarme los libros por toda la cara y encima ahí hay una de las piedras de Barenziah. El bibliotecario de Hibernalia se pone contentísimo y me ordena ver a Tolfdir para hablar de la traducción.
Volvamos a los asesinatos (mira que he intentado hacer las cosas por orden, pero cómo se enganchan unas con otras, por favor). El único que sabe quién es el Gastrónomo es el cocinero de Markaath. Una vez descubierto su paradero, cárgatelo en modo sigilo. Me dan penita todos los PNJs que mueren por esta puñetera Hermandad (qué, salvo mis saqueos de cadáveres quiero ser una paladina del bien, qué pasa).
Donde estén las croquetas de mi madre que se quite lo demás |
En Soledad, el comandante Maro (maté a tu hijo, pringaoooo) me lleva a las cocinas, dodne está Gianna, la cocinera. Me pide que me ponga un gorrito de chef (no es coña) y podemos empezar a hacer mi potaje (que no, que no es coña). Gianna te pide que le des instrucciones sobre qué echar a la cacerola. Al principio miré a ver si ponía algo en el libro de Un sabor poco común, pero qué va, échale lo que te salga del orto y finalmente, añade la raíz venenosa mortal que te dio Astrid. Por cierto, qué borde es mi nórdica en todas las respuestas, nena, que la muchacha está haciendo su trabajo.
Siempre te recordaré |
Maldito cabrón traicionero. Aunque bueno, me lo merezco, maté a su nene negro.
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Cuando llego al santuario, todo es un caos. La mitad de los hermanos han muerto y le han prendido fuego. Tu objetivo es cargarte a todos los imperiales que encuentres y llegar hasta los supervivientes, que son Nazir y Babette. Una vez con ellos, tu única opción para sobrevivir es esconderte en el ataúd de la Madre Noche.
Pobechita |
Voy a ver a Amaund Motierre una vez más. El emperador está en un barco. Debes colarte en el barco y matarlo. Tienes la opción de matar al comandante Maro en el puerto antes. Yo lo maté, pero no pasa nada si no lo haces.
Su atuendo es exclusivo, llévatelo |
Tito Mede II muere con elegancia y honor, así que respeto, tío, respeto. Sabía que llegaría este día, que tú llegarías y te pide como último deseo que mates al que ordenó su muerte, o sea, Motierre.
Motierre está en la posada de Carrera Blanca. Después de decirte dónde está tu pago, mátalo en modo sigilo y lárgate. El pago está donde os conocisteis y no, no hay trampa ninguna.
La Madre Noche vuelve a hablarte, y a partir de ahí, te mandará encargos de asesinato para ganar más dinero. Ignóralos, son misiones secundarias infinitas que no sirven para nada. Más interesante es la aparición de Cicerón (que por cierto, se pasea por el santuario de Lucero del Alba como Pedro por su casa. ¡Que traicionó al santuario!).
Bueno nene, vamos a probarte como seguidor. Cicerón no para de hablar de fondo, moverse y hacer chistes increíblemente siniestros, algo poco apropiado cuando estás en una tumba siendo atacado por esqueletos. Que sí, que es muy fuerte y silencioso, pero da muy mal rollo.
En Punta de la Arpía, encuentro la palabra de poder y al asesino de leyenda, que está detrás del trono. Tienes que tirar de una palanca en la pared, está escondidilla, mira bien.
Después de eso, voy a ver a Delvin para que... refinancie el santuario. Qué bonito, ahora podremos hacer más asesinatos en un entorno más bonito y decorado, con su sala de torturas y todo.
Me voy al colegio de Hibernalia, donde Tolfdir me dice que Quaranir, de la orden Psijic, me está buscando. Allí está el Ojo de Magnus flotando en mitad del patio. Quaranir me manda buscar al Augur de Dunlain. Está en el podridero, ese sitio asqueroso bajo el colegio. Leyendo cositas que me encuentro, descubro que hubo una especie de sacrificio ritual allí. Bieeeeeeen, más muerte. También hay una mano muerta con anillos que a saber para qué sirve.
El augur es una bola de luz que habla y me pide que busque el bastón de Magnus. El Archimago me manda a ver a Mirabelle, que seguro que sabe lo que pasa y dónde está.
Adiós Cicerón, probemos a Brelyne Marion como seguidora. Es sosa y no hace nada especial, salvo invocar gólems de hielo y atronach de fuego.
Mirabelle me manda a Mzulft.
Más ruinas dwemer nooooo |
En uno de los cadáveres que saqueo (bendita costumbre), encuentro un cristal de concentración. Seguro que es importante. Llego donde está Parato, el compi, que se alegra de que lo haya cogido. Tienes que activar el chisme tirándole hechizos de fuego y frío.
Gracias a esto, Parato descubre que hay dos perturbaciones
Mi nórdica y yo seguiremos informando.
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